
Historias de Malvinas en primera persona. La siguiente historia real fue recopilada en el libro Desmalvinizados con historia.
Con el último movimiento oportunista de la mano de Grabois, el kirchnerismo logró lo que hace tanto tiempo buscaba y no conseguía: que La Libertad Avanza, un espacio de actitud tradicionalmente agresiva, tome una posición defensiva.
ArgentinaEl sábadoDesde sus inicios, el espacio que instaló en Casa Rosada las ideas de la Libertad se distinguió por sus cualidades aguerridas como única forma posible de lograr despegar a una casta política adherida a cada centímetro de la cosa pública; la frescura y seguridad que emanó en todo momento al no tener nada que ocultar, a falta de un historial político que lo condene; la sensación única que brinda la certeza de quien sabe que cuenta con la verdad de su lado; dar esas discusiones elementales aunque incómodas, que el pueblo argentino pedía a gritos para empezar a vivir un poco mejor, pero que la clase política venía esquivando con gracia hacía décadas; su amistosa relación con el mundo contable y comprobable mediante datos y estadística, frente al típico recurso narrativo de la izquierda que, en ausencia de evidencia empírica que la sustente, se dedica exclusivamente a construir relatos.
Las características del partido de Javier Milei (en las que se puede trazar un paralelismo con su personalidad) son fácilmente distinguibles y sus miembros y arquitectos no pretenden simularlas, sino más bien utilizarlas como distintivo del cual se muestran orgullosos, como quien porta una medalla. De esta manera lograron destacarse de entre las formas desgastadas propias de las estructuras partidarias tradicionales que comparten todos los demas sectores de la política, incluso llamándose entre ellos mismos contrarios u oponentes (las diferencias son superficiales, las similitudes profundas).
Muy a pesar de la falsa susceptibilidad de los políticos y el frágil carácter de sus fieles, inundados en ideologías débiles y corrección política, pero sobre todo muy a pesar de las mentiras impartidas por ambos, La Libertad Avanza, le guste a quien le guste, siempre puso el pecho y fue para adelante. Aunque se quiera instalar la idea de que sus filas están integradas por gordos gamers, tuiteros alérgicos a la luz del sol, otakus frikis y niñatos amantes de la chocolatada, LLA se distinguió de sus pares por ir al choque. No esquivar ninguna temática ni asunto público a la hora del debate, no guardarse ningún calificativo cuando hay que describir la escoria que se tiene en frente, meter la propia militancia en las narices de los líderes opositores, corruptos y déspotas, dentro de sus propios territorios. Incluso no sólo en campaña, sino también en plena gestión, ha demostrado no temblarle el pulso cuando de reprimir golpistas para reinstaurar el orden, perseguir delincuentes con dureza y proponer reformas fundamentales se trató.
Hoy, después de un certero golpe en la cara del oficialismo propiciado por otra eficiente acusación sin más fundamentos que suposiciones e invenciones (dignas de teorías conspiranoicas) transmitidas por televisión, el prestigio del Presidente y su círculo cercano parece temblequear y volver, en muy poco tiempo, a entrar en crisis. Eso, al menos, hasta que se sepa efectivamente si este tipo de estrategias propias de la vieja escuela siguen haciendo efecto en el electorado después de añares utilizando los mismos artilugios indecorosos por parte de los mismos de siempre. Fue casi nulo entre los argentinos el impacto que causó el L$BRA gate, en el que se involucró al mismísimo Presidente, hace ya un año; pareció funcionar mucho mejor el reciente caso del 3% de Karina, del cual el gobierno aún no termina de recuperarse; y ahora le tocó José Luis Espert, uno de los hombres más fuertes de Milei y actual primer candidato legislativo. La estrategia de la oposición es clara: ir uno por uno por los integrantes del riñón del poder, y buscar cubrir el mayor rango delictivo en sus acusaciones: cripto estafa, corrupción y ahora narcotráfico. Quién sabe qué otros límites de la creatividad podrán llegar a cruzar los desesperados por recuperar la impunidad, imaginando nuevos delitos para la cúpula presidencial.
Lo que está claro es que La Libertad Avanza, espacio que se jactaba de imponer agenda, tiene que abandonar su postura pasiva, hacer honor a su nombre y salir al ataque; dejar de jugar en el territorio enemigo de las injurias (juegos sucios si los hay) y responder con lo mejor que tiene: la gestión. Los números de la economía reflejados en el alivio en el bolsillo de la gente, la disminución del crimen y la inseguridad, la inclusión otra vez de la Argentina en la comunidad internacional, la revalorización de los símbolos patrios y el Ejército Nacional, las inversiones extranjeras haciendo fila para aterrizar en el país, la mayor libertad individual a la hora de invertir, ahorrar o decidir sobre el propio patrimonio, la baja de impuestos, riesgo país e inflación, la estabilidad del dólar, las reformas logradas y las que vendrán. Basicamente volver a las bases, que son los datos, pero sin olvidar esa plataforma filosófica que los sostiene, en el que se incluyen la cultura occidental, los valores cristianos, la libre elección del proyecto de vida, el ascenso social, el principio de no agresión, la identidad nacional, la primacía de la institución familiar y el constante recuerdo de lo que tenemos en frente: la vuelta al pasado.
Argentina será grande otra vez, y para eso el Gobierno deberá jugar con atrevimiento y sin pelos en la lengua, evitando caer en la dictadura de lo políticamente correcto y el miedo al qué dirán de los corsarios mediáticos. Buscando monopolizar el tablero de juego, pues para los que están del otro lado pareciera que todo vale, y manteniendo el recuerdo constante de que eso que tenemos en frente es peor. Llevando la humildad como estandarte y atendiendo siempre a la madre de todas las virtudes, la prudencia. Pero sobre todo mantenernos inmiscuidos en la plena convicción de que, en este juego del bien contra el mal, Las Fuerzas del Cielo están de nuestro lado.
Historias de Malvinas en primera persona. La siguiente historia real fue recopilada en el libro Desmalvinizados con historia.
Hay relatos que, una vez leídos, quedan guardados en algún rincón de la memoria, acompañados de una profunda impresión. Así es La Virgen de la Tosquera.
Guillermo Francella, guste o no, se ganó el respeto de varias generaciones, no por ser amigo de un ministro o senador, ni por acomodarse en alguna cueva cultural, sino por hacer lo que mejor sabe: entretener a la gente.
El mito del genio de la pelota se transformó en la pesadilla de la gestión.
La lenta agonía cultural de un país que cambió poesía por autotune, guitarras por laptops y rebeldía por subsidios.
Los grandes adelantos sociales que se han suscitado a través del desarrollo de nuevas herramientas a lo largo de la historia de la humanidad, han sido impulsados o cooptados —casi en su totalidad— por el complejo militar y religioso de su tiempo. De la misma manera, el motor histórico que permitió promover estos adelantos aplicados a la tecnología ha sido la guerra. La creación de la Inteligencia Artificial, la Red y sus telarañas sociales no escapan a este tópico.
Desde el seno del gobierno nacional todavía se está digiriendo la contundente derrota. Desde las redes sociales, se buscan culpables entre lavadas de manos y acusaciones de traiciones, infiltraciones y espionaje. Mientras, Milei continúa decidido a no separarse de su hermana y asegura que el programa económico “no se moverá ni un milímetro”.
El amor y la sensualidad brotan en todas sus formas. Y para una comunidad como la del BDSM (Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo), llevar adelante ciertas prácticas que abarcan un amplio espectro de deseos y dinámicas consensuadas es mucho más que un desahogo pasional y carnal transitorio, es un estilo de vida.
Cinema Sonum, la innovadora propuesta cordobesa de cine con música en vivo, llevó a cabo la segunda entrega de la trilogía Before. Antes del atardecer, especial primavera.
Con el último movimiento oportunista de la mano de Grabois, el kirchnerismo logró lo que hace tanto tiempo buscaba y no conseguía: que La Libertad Avanza, un espacio de actitud tradicionalmente agresiva, tome una posición defensiva.